sábado, 12 de octubre de 2013

Love Is Like A Heaven But Hurts Like A Hell - Capitulo #3



Capitulo #3



Cuando me despedí de ella le di mi sudadera para que no se le vieran los múltiples moratones y heridas de su blanca piel. Ella se dirijió a su clase, y yo por segunda vez en el día, no lo hice, iba a buscar a Alejandra y a hablar con ella y aclarar toda esta mierda.
Como imaginaba estaba con otra amiga en la parte trasera del instituto donde la hora anterior había estado yo estaba apoyada contra el porche para que no le callera la lluvia.
Cuando me vio levanto la vista y se acerco a mi con intención de besarme pero la aparte suavemente.
-¿No decías que ibas al medico?- dije irónicamente.
-Bueno eso iba hacer pero...- se quedo un momento parada y luego dijo- mi padre llamo diciendo que el doctor hoy no había ido así que se pasaba a otro día- dios que mentirosa, pues esta vez alguien había descubierto su bien escondido pastel.
-Ahh, es que como te vi por el pasillo, es mas te vi salir del baño tan tranquila y dije pues que raro ¿no? debería haber tenido prisa al irse- su expresión cambio completamente, su mirada de niña tonta se transformo en desconfiada y depredadora. 
Esta era la verdadera Alejandra.
-¿Que sabes?
-¿Por que la maltratas Alejandra?- ella rió cínica y se retoco el pelo.
-A ti que te importa- dijo dándose la vuelta y empezando a caminar.
La agarre fuertemente del brazo y a hice darse de nuevo la vuelta.
-Ella no te hizo nada.
-Eso es lo que ella piensa, ahora déjame- dijo y se fue, esta vez no la detuve.
El resto de las clases siguieron normales.
En la comida, junto a mis padres y mi hermana, los temas eran aburridos; mi hermana comentaba que las animadoras iban a tener un campeonato muy importante dentro de un mes y debían de estar muy preparadas, yo simplemente comía mi comida sin intervenir en los temas.



-¿Alex que tal en las clases?-dijo mi padre.
-Bien- dije sin levantar la vista de la comida.
-¿Algún nuevo amigo?- pues realmente no, quizás podría considerarse a Ariadna una amiga, si podría decirse que si.
-Mi compañera de Ciencias-dije.
-¿Como se llama cariño?- dijo mi madre con una sonrisa amable.
-Ariadna Volkov- dije sin darle mucha importancia.
Y de repente se hizo un pesado silencio en el comedor, levante la vista y vi que mis padres se lanzaban miradas y después ponían mal gesto y por ultimo me miraron.
-Sepárate de ella- dijo mi padre duro.
-¿Que?- extrañado, ¿a que venia esto?
-No queremos que te juntes a esa, los Volkov no son buena gente.- pues ami ella no me había parecido así, es solo que no habíamos tenido las mejores condiciones para hablar con normalidad.
-Es verdad, Alejandra se lleva muy mal con ella por algo sera- dijo mi hermana, Rachel.
Pero que había pasado con Ariadna para que ella y toda su familia tuvieran tal fama.
Me levante de la mesa.
-¿A donde vas?- dijo mi padre levantándose también.
- A fumar un cigarro- dije saliendo al jardín.

Ariadna

Acababa de llegar a casa, me había traído Michael, estaba cansada y dolorida, en mi casa todo estaba en silencio, subí a mi cuarto y cerré la puerta con el pestillo.
Me quite la sudadera de Alex, había sido muy amable en dejármela, era gorda y suave del equipo de fútbol al parecer, me sentía un tanto culpable si no fuera por que me había visto ahora mismo el no estaría enfadado con Alejandra, después de todo no quería perjudicarle.
Examine mis moratones y arañazos. Bueno, podría aver sido peor, y sin quererlo levante mi camiseta, en mis costillas derechas a simple vista estaba normal pero si me tocaba en ese punto podía sentir el dolor de aquella paliza el año pasado, sus risas y mis llantos y el continuo y rítmico golpe de Alejandra contra mi costilla.
-¿Ariadna?- me sobresalte, era mi madre- Ya esta la cena.
-Vale- dije mientras me ponía una de mis sudaderas y bajaba a comer.
Hoy eramos 3 en la mesa como casi siempre, mis padres y yo y mi hermano en algún lado con alguna chica.
Después de comer sin dirigir palabra a ninguno de mis padres me fui a mi cuarto y me tumbe.
Comencé a leer el libro que cojí de la biblioteca, era una novela romántica y emotiva, de esas que remueven algo en tu corazón y te hacen llorar.
La puerta de mi cuarto se abrió y entro Dmitry, mi hermano.
Se tambaleaba suavemente, y tenia una mirada perdida. Mierda, estaba borracho.
Me levante y tome del brazo a mi hermano para llevarlo a su habitación y el se resistió con un quejido.
- Dmitry, vamos a tu cuarto anda- dije y el siguió sin moverse. Tire de nuevo y esta vez avanzo hasta su habitación y cuando estábamos en ella me metió un empujón echándome de la habitación y cerrándome la puerta.
¿Porque mi hermano era así conmigo? No me hacia daño, pero pasaba mucho de mi, y muchas veces pensaba que a sido del esos 2 hermanos que reían y jugaban juntos en el patio trasero. Cuando el cumplió los 16 cambio muchísimo y es cuando empezó con los problemas.
Me vestí y salí a dar un paseo, necesitaba el aire fresco en mis pulmones.
Estaba pasando por un callejón donde apenas había gente, pues era un atajo hasta mi parque favorito, pasaba siempre por hay.
-¡TU!- grito alguien y yo extrañada me di la vuelta. Alejandra, pero por primera vez en años sola.
Acelere el paso apesar de que estaba sola me infundía aun mas miedo.
Ella se encontró conmigo y me dio un tirón del brazo muy fuerte para que me girara.
-¿Que le dijiste a Alex? Por tu culpa ahora esta en mi contra- dijo mientras me pegaba en la mejilla y me empezaba a insultar.
-Por que siempre tienes que joderme niña, siempre idiota.- dijo metiendome patadas en la tripa como aquella vez. Me hice un ovillo para intentar que me dolieran menos los golpes.
-¿Te crees guapa o algo? Eres horrible y estas gorda, si intentas competir por Alex esta mas que claro que ganare yo bola de sebo- dijo mientras me pegaba mas y mas.
Cuando paro y se fue, yo no era capaz de levantarme, el dolor era tan fuerte que nisiquiera era consciente de donde estaba.

No recordaba averme quedado dormida, pero cuando desperté seguía en el mismo callejón oscuro y un liquido corriendo por mi labio, era sangre, me había partido el labio. Como pude me levante del suelo y camine cojamente de vuelta a mi casa.
Cuando llegue, parecía que habían pasado años. Subí lo mas despacio que pude a mi cuarto y una vez en el avance hasta mi baño, metí la mano debajo de el mueble de los champús y saque una bolsa en ella estaba mi navaja.
Había intentado ser fuerte, pero esto ya era demasiado.
Me raje con suavidad y con rabia mis 2 muñecas, la sangre empezó a fluir con suavidad y extrañamente me sentí bien, sin preocupaciones, en paz. Llevaba rajandome ya un par de años, se que era inmaduro no encontrar otra manera de solucionar mis problemas que marcando mi piel, pero era cobarde. Había pensado en pedir ayuda pero nadie podría hacerme sentir mejor conmigo misma, y tampoco solucionar los problemas.
Cuando salí del baño, el olor a la cena llego a mi nariz y instintivamente sentí hambre, y a la vez asco, así que hice oído sordo a los constantes sonidos de mi tripa y me metí en la cama.

OLIIII :3 pues nada nuevo capitulo, y gracias por comentar queridisima beffaaaa pero hecho mucho de menos al resto de vosotras amores mios, VOLVED! :3




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