Capítulo 22-Sin mi

 Capítulo 22- Sin mi

Siento que sea un cap tan corto, pero desde el IPad, no puedo escribir muy bien, el próximo lo antes posible, besos.

Me removí en la cama, aún cegada por el sueño.

Sentí un brazo en mi cadera, seguí el brazo y llegue al rostro dormido de Daniel, sonreí.

En momentos así no sabía que hacer, me gustaría apoyar la cabeza en su pecho y dormirme con los latidos de su corazón, pero no podia seguir así, tenía que acostumbrares a estar sin mi.

Me separe de el con suavidad, y justo cuando me iba a levantar; sus brazos me cogieron y me giro, dejando su rostro a escasos centímetros del mío.

-¿Creías que ibas a escapar?-dijo en tono burlón.

Se acerco y me dio un dulce beso.

-Por cierto, Amber esta abajo- dijo poniéndome el flechillo detrás de la oreja.

-¿ Desde cuándo esta aquí?- dije yo, un tanto sorprendida.

- Como hace 2 horas o por hay- dijo como sí nada- pero como no durmió muy bien, se ha quedado, como tu, roque- dijo dándome un beso en la nariz- Estas preciosa cuando duermes- dijo en un tono dulce. Después se levantó y me sonrió.

- Le digo a Amber que suba y así habláis- dijo mientras bajaba las escaleras. 

Amber entro en la habitación y no me dijo nada, se limitó a abrazarme y darme un beso en la mejilla.

-Bueno tía, ¿qué tal?- dijo con un gesto inseguro y preocupado.

-Peor, 13 días- dije con un resoplido.

- Joder...- dijo mientras empezaba a dar vueltas- tenemos que decírselo a tu madre.

-Si a estas alturas, seguro que ya lo sabe, además, no quiero preocuparla.

-Rose estas mal, tienen que saberlo, para ayudarte- dijo mientras bajaba a toda prisa las escaleras.

Esta tía, que loca esta, nunca cambiara; siempre tan impulsaba, pero lo hace por mi eso me hace tremendamente feliz.

Cuando abro los ojos, mi madre, Amber, Lena, Irina y la madre de Daniel, me miran con preocupación.

-¿ Desde cuándo te pasa- dijo mi madre.

-Hace un mes- dije con suavidad.

-Lucinda-dijo Irina.

Asentí.

-Necesitamos ayuda de Matt-dijo la madre de Daniel.

-Oh no...- susurre yo.

Daniel

Esta jugando con Liam al fútbol, su deporte favorito, cuando notéalgo, como un instinto, que me decía que algo iba mal y yo me puse alerta, cuando sentí esta sensación.

Iba a subir al curto de Rose, pero Liam me paro.

-Queda un punto- dijo el con una adorable sonrisa. Yo estaba cegado, por el dolor y los gritos que habían empezado a sonar. Era Rose, estaba seguro.

-Ahora no Liam- dije apartandolo y subiendo las escaleras, con rapidez.

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